Orbis Tertius, vol. XXVIII, nº 38, e280, noviembre 2023-abril 2024. ISSN 1851-7811
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria

Artículos

El español no pasará, con mujeres tendrá que pelear: representaciones de Juana Azurduy en la literatura argentina para las infancias

Carla María Indri
Instituto de Investigaciones sobre el Lenguaje y la Cultura (CONICET-UNT), Universidad Nacional de Tucumán, Argentina
Cita recomendada: Indri, C. M. (2023). El español no pasará, con mujeres tendrá que pelear: representaciones de Juana Azurduy en la literatura argentina para las infancias. Orbis Tertius, 28(38), e280. https://doi.org/10.24215/18517811e280

Resumen: Los “padres de la patria” son fácilmente reconocibles en nuestra historia mientras las “madres” parecen no existir ¿Qué pasó con las mujeres durante la gesta emancipatoria? A partir de la comparación entre Juana, la intrépida capitana (2016) de Adela Basch y Juana Azurduy. La fuerza escondida (2019) de Paula Bombara, nos proponemos indagar las formas en que se visibiliza y construye la figura de mujer guerrera desde la ficción. Sostenemos que estos cuentos de guerra (Nofal, 2022) reponen una imagen relegada anteriormente y, a su vez, muestran los conflictos y tensiones que produce la representación heroica de Azurduy. Con distintas modulaciones, ambas obras buscan construir un archivo que incorpora la participación femenina en los procesos de emancipación latinoamericana contribuyendo a la configuración de una nueva genealogía que incluye mujeres entre sus nombres.

Palabras clave: Juana Azurduy, Cuentos de guerra, Memoria, Literatura infantil.

Spanish will not pass, he will have to fight with women: representations of Juana Azurduy in Argentine literature for children

Abstract: The "founding fathers" are easily recognizable in Argentine history while the "mothers" seem not to exist. What happened to women during the emancipatory feat? From the comparison between Juana, la intrépida capitana (2016) by Adela Basch and Juana Azurduy. La fuerza escondida (2019) by Paula Bombara, this article seeks to inquire how the figure of a warrior woman is made visible and constructed from fiction. We maintain that these war stories (Nofal, 2022) replace a previously relegated image and, in turn, show the conflicts and tensions produced by the heroic representation of Azurduy. In different ways, both works seek to build an archive that includes female participation in the Latin American emancipation processes, contributing to the configuration of a new genealogy that includes women.

Keywords: Juana Azurduy, War stories, Memory, Children´s literature.

El olor a jazmín de la revolución invade la escena, el cassette “Mujeres argentinas” de Mercedes Sosa se repite una y otra vez en el living de una casa y desde la voz de esa cantautora llega la historia de Juana Azurduy. En la lucha contra el español participaron mujeres, eso resulta novedoso durante mi infancia pero ¿en qué otros textos aparecen estas mujeres de la patria? Tomo mi propio devenir como punto de partida para entrelazar recuerdos personales con mis inquietudes en el ámbito académico. La canción “Juana Azurduy”, escrita por Félix Luna, nos acerca la vida de esta capitana y pareciera ser uno de los pocos textos que presenta la participación de mujeres en el ejército revolucionario que se enfrenta al realista. Tal representación tendrá, muchas décadas después, su correlato en el campo de la literatura para las infancias que, a partir de los festejos por el Bicentenario de la Independencia, propondrá a Azurduy como protagonista de distintos textos literarios.

En un clima de agitación y guerras, las mujeres intervinieron políticamente desde distintos frentes: el interior de la casa, el campo de batalla o desde la escritura. La literatura para las infancias, entre otras manifestaciones, se ha ocupado de recuperar esas figuras femeninas con el objetivo de construir otras genealogías revolucionarias. Me interesa especialmente leer las tensiones y los cruces entre las representaciones heroicas que se construyen en torno al personaje de Juana Azurduy en la obra de teatro “Juana, la intrépida capitana” (2016) de Adela Basch y “Juana Azurduy. La fuerza escondida” (2019) de Paula Bombara. Los estudios sobre memorias (Jelin, 2021; Nofal, 2006) brindan un marco para pensar e interpretar las luchas por los sentidos del pasado. Partiendo del carácter construido y también cambiante de dichos sentidos, entendemos que la presentación de personajes como Azurduy da cuenta de nuevas disputas en torno a las relaciones de poder. Los silencios y olvidos históricos del relato dominante son confrontados en estas nuevas narrativas que presentan mujeres en roles reservados antes para hombres.

En este artículo esbozo la organización de una colección de textos argentinos infantiles sobre la figura femenina heroica. Mi hipótesis sostiene que estos cuentos de guerra (Nofal, 2022) reponen una imagen relegada anteriormente, cuya reciente visibilización instala nuevas preguntas en torno a lo femenino aunque también busca domesticarlo. Se observan distintas estrategias en la construcción de la protagonista lo cual revela contradictorios abordajes y versiones, tomas de posición y hasta olvidos y silencios intencionales. En el territorio de memorias en conflicto en torno a la figura de Azurduy tienen lugar los relatos oficiales y algunos elementos disidentes que revelan zonas grises. La transmisión de la historia nacional del siglo XIX desde la ficción destinada a un público infantil construye una nueva línea en las poéticas de la memoria que, en este caso, busca la escucha de las nuevas generaciones para dar a conocer nombres marginados anteriormente.

Desde el campo de la crítica literaria es notorio el interés en historizar y trazar distintos recorridos y poéticas que ficcionalizan los cuerpos individuales y colectivos, que enuncian desde el susurro o desde el griterío reconociendo distintos legados. Leo en este sentido la publicación de la Historia feminista de la literatura argentina de Eduvim cuyo segundo tomo se dedica al siglo XIX. La literatura interviene políticamente revelando temas silenciados, cuestionando lo naturalizado y proponiendo nuevas metáforas a partir de las cuales leer la realidad (Arnés, 2016). Las narrativas de las últimas décadas se imbrican con la trama social y permiten la reinvención de los saberes, lenguajes y prácticas en torno al género. Tal como lo plantea Alejandra Ciriza (2015), la construcción de genealogías feministas desde el Sur resulta importante para pensar el vínculo entre el pasado y el presente. Asimismo, contribuye en nuestras intervenciones teóricas y políticas en tanto raíces que habilitan cierto horizonte de comprensión.

Mujeres en revolución. Otros comienzos (2022) vuelve al pasado más remoto para preguntarse por la participación femenina en la esfera pública y, en este gesto, entreteje las voces y vivencias de las mestizas, las indígenas, las cautivas, las escritoras, las lectoras, las lesbianas, entre otras. Este amplio panorama nos revela los múltiples usos de la palabra que ayudaron a registrar los modos de vivir de aquellas mujeres. La apuesta por la transmisión de las memorias se hace evidente y para traer el pasado al presente se seleccionan figuras femeninas que funcionan como nuevo anclaje en el imaginario social.

Como metodología para la lectura de las obras, tomo el itinerario configurado por Nofal (2022) quien lee los cuentos de guerra en una estructura espejada que contiene un lado A y un lado B. Esta propuesta es una entrada de lectura posible, un modo de leer (Ludmer, 2015) que permite la comparación entre las versiones advirtiendo los sutiles detalles que las diferencian. El recorrido por el lado A y por el B persiguen el mismo objeto: poder brindar una respuesta provisoria sobre cómo se presentan las luchas por la independencia cuando las mujeres entran en escena y disputan el poder. La categoría de cuentos de guerra (Nofal, 2022) resulta operativa dado que se trata de relatos que no persiguen el mandato de veracidad y comprometen un cruce de temporalidades en tanto regresan al pasado para recordar. Los cuentos son comprendidos como legados entre generaciones y en esos procesos de transmisión se recurre a recursos narrativos ficcionales que iluminan nuevas zonas antes silenciadas.

Aunque la historia bélica se ha construido como cosa de hombres, Vanesa Miseres (2022) demuestra que estos discursos en torno a los roles de género pueden ser cuestionados dado que existen diversos casos de mujeres involucradas en las guerras por la independencia. Como lo explica la investigadora, la participación femenina en el ejército nos conduce a reconsiderar las distinciones entre lo público y lo privado. Las cuestiones políticas no pueden analizarse de manera separada de lo íntimo y doméstico porque estas esferas estuvieron en estrecho vínculo.

La imagen de la mujer guerrera ha sido descripta por Juana Manuela Gorriti, quien conoció a Juana Azurduy en su casa paterna durante su infancia. La biografía escrita por Gorriti se aleja de la reiterada masculinización de la figura de Azurduy para devolverle la feminidad en tanto madre de sus soldados (Miseres, 2014). La supuesta contraposición entre el ejército y la maternidad produjo que la vida privada de Juana sea desdeñada por los relatos oficiales, considerando su faceta de madre guerrera como un elemento provocador (Batticuore, 1998).

Los trabajos de Batticuore (1998) y Miseres (2014, 2022) revelan la necesidad de pensar por fuera de las antinomias y binarismos. ¿Qué metáforas e imágenes brinda la literatura infantil para reflexionar en esta dirección? ¿Estas relecturas tienen algo de escandaloso al fisurar discursos difundidos y legitimados históricamente?

Recorrido A: ¿La intrépida capitana?

La obra de teatro escrita porAdela Basch se titula Juana, la intrépida capitana (2016) y presenta la historia de Juana Azurduy de manera cronológica, abarcando desde su infancia hasta los reconocimientos póstumos cercanos a nuestro presente. El personaje se construye desde una transgresión moderada ya que cuestiona la división entre el hogar como espacio femenino y el campo de batalla como espacio masculino aunque su intervención en lo público presenta algunos matices. En un pasaje, la protagonista afirma: “hacer lo que nadie hizo: ser esposa y también madre, y presentarme al combate” (Basch, 2016, p. 35). De este modo, no se renuncia a los mandatos establecidos en torno a lo femenino sino que se añade un nuevo rol que es el de guerrera. Esta cita de la obra nos trae nuevas preguntas sobre el vínculo entre las mujeres y la lucha independentista: ¿Cómo vivieron la guerra las identidades femeninas? ¿Es posible narrar las experiencias bélicas de las mujeres sin aludir a la maternidad?

En su artículo “La corporalidad de las guerreras: una mirada sobre las mujeres combatientes desde el cuerpo y el lenguaje”, Londoño (2005) advierte que existe un vínculo profundo entre lo privado y lo público cuando se analiza la participación de mujeres en la guerra dado que no se registran divisiones entre un proyecto personal y un proyecto político. Esto permite explicar la relación que establece el personaje de Azurduy entre el futuro de sus hijos y su deseo de sumarse a las tropas revolucionarias. En diálogo con una amiga, Azurduy plantea que sus hijos le “provocan sed de justicia […] (deseo) de garantizarles libertad, justicia y alegría” (Basch, 2016, p.45). La maternidad es una vivencia ligada a lo político, a la posibilidad de ser considerado un ciudadano del territorio que se habita y no permanecer bajo el yugo español.

La memoria de la gesta emancipadora se tiñe de rasgos utópicos (Ricoeur, 2006) dado que se conforma como un relato que propone una sociedad alternativa que cuestiona profundamente la manera de ejercer el poder. La protagonista advierte:

JUANA.- Combatimos a los que por su origen tienen muchos beneficios y privilegios, y nos obligan a vivir prestándoles servicio. Nos ahogan con sus enormes impuestos y solo nos dan unas pocas migajas y restos. Mientras nos rijan las leyes coloniales, viviremos en medio de terribles males (Basch, 2016, p. 92).

Como se puede observar, la problemática del poder es central para pensar en un orden social más justo. La voz de Juana muestra que existen múltiples potencialidades que se encuentran reprimidas por el gobierno colonial y que la lucha puede presentar otro modo de ser de lo social (Ricoeur, 2006).

El relato sobre el desencanto de la lucha se visualiza en el epílogo de la obra de teatro cuando se hace referencia a las guerras intestinas que se desencadenaron en la región. En ese contexto, Juana se enfrenta a la pobreza y padece la falta de reconocimiento del pueblo. Este momento será el último obstáculo que se le presenta a la heroína. El texto se construye a partir de una serie de dificultades que debe enfrentar la protagonista: la muerte de su padre, la vida en el convento, las batallas, la pérdida de sus cuatro hijos y, por último, la pobreza y la indiferencia. Estos obstáculos se configuran como las pruebas del héroe (Campbell, 1972). El camino de las pruebas hace de la vida de Azurduy un relato épico, el cual narra la superación de distintas barreras cada vez más complejas.

La mayor prueba que se le presenta a la heroína es el fallecimiento de sus hijos. Basch elige representar esa situación a través de un diálogo entre Juana y la Muerte. Las ideas de sacrificio y castigo se hacen presentes en esa escena. En un primer momento, la protagonista intenta negociar con la Muerte para ser llevada en lugar de sus hijos. Ante la negativa, la reflexión que realiza el personaje de Juana y de su marido Manuel es que la guerra se los ha robado. Las vivencias traumáticas vinculadas a la maternidad en el contexto bélico son analizadas por Londoño (2005), quien afirma que los daños sufridos en los vínculos y afectos familiares emergen particularmente en los relatos femeninos sobre la guerra. La heroína recibe un castigo al transgredir los roles delimitados tradicionalmente para las mujeres y los hombres. Al adentrarse en un espacio liderado históricamente por lo masculino, Azurduy es castigada en su condición de madre. El personaje no renuncia a sus roles de esposa, madre y guerra. Sin embargo, esta última condición altera completamente su vida ya que su comportamiento no se ajusta al orden patriarcal.

Al analizar el texto de Basch, se formulan distintas preguntas en torno al carácter transgresor de la imagen de Azurduy. Se sostiene la concepción de amor romántico la cual se manifiesta en la pareja que componen Juana y Manuel Padilla, los cuidados recaen en la figura femenina que se desdobla entre la maternidad y la lucha y, por último, persiste el acatamiento a la palabra masculina. La protagonista percibe la injusticia cuando su marido no puede presentarse a una función pública por ser criollo. Si bien su intervención en las batallas representa una disputa por el poder, su objetivo no es ocupar un cargo político. Asimismo, Juana obedece sin cuestionamientos las decisiones de Manuel Belgrano aun cuando se muestra decepcionada. Estos rasgos reubican al personaje en una zona de intervención más limitada aunque no se puede desconocer que explora otras posibilidades que ponen en jaque la división tajante de esferas para lo femenino y lo masculino.

La transmisión de las memorias abre horizontes interpretativos y reconfigura identidades, espacios y prácticas invisibilizadas anteriormente. La imagen de guerrera tensiona distintos sentidos y exhibe ambigüedades que destacan la complejidad que supone el armado de un relato bélico desde la perspectiva de género.

Recorrido B: ¿Qué pasó con esas mujeres?

Iniciamos este apartado con una pregunta que le hace Killari a Manuel cuando este relata la historia de las heroínas de La Coronilla, un grupo de mujeres que defiende la ciudad de Cochabamba en 1812. El interrogante puede ser leído en dos direcciones: lo que efectivamente ocurrió en ese momento de combate y, asimismo, nos interpela respecto al destino de las mujeres en la historia.

La novela de Paula Bombara se focaliza en la figura de Juana Azurduy pero, a su vez, retrata un colectivo. Es decir, son múltiples las escenas en las cuales se da cuenta de la organización de las mujeres ya sea para el enfrentamiento bélico como para el cuidado de los hijos. La construcción de la madre guerrera se ve habilitada gracias a la existencia de otras mujeres que se acompañan y trabajan juntas. En este sentido, no resulta inocente uno de los epígrafes elegidos para abrir la novela: “el español no pasará, con mujeres tendrá que pelear”. La cita, perteneciente a la canción escrita por Félix Luna, reconoce no sólo el lugar de Juana sino también la intervención femenina en las luchas por la independencia.

Mientras en el texto de Adela Basch Juana aparece como la única mujer en la guerra, en su novela Paula Bombara elige mostrarla acompañada de otras que también se involucran en la gesta emancipatoria. La hazaña realizada por las heroínas de La Coronilla aumenta en Juana y en Killari el deseo de unirse al ejército. La noticia de la existencia de mujeres que participan activamente de las guerras civiles valida un nuevo rol posible para ellas. “Juana y Killari se miraron. Si las cochabambinas habían podido organizarse solas, casi sin tiempo y casi sin armas, ¿cuánto podrían lograr ellas?” (Bombara, 2019, p.41).

La organización y el entrenamiento son los elementos que permitirían su ingreso en las filas patriotas: “Por ser mujeres tenían que arriesgar el doble y demostrarlo a ojos vista. Solo así serían tomadas en serio” (2019, p. 42). La noción de desigualdad se hace presente nuevamente dado que, si bien existían mujeres que luchaban, el respeto por parte de los hombres no era sencillo de conseguir. Londoño (2005) plantea que el cuerpo de la mujer debe ser reinventado para entrar en el espacio bélico. El ejercicio de la violencia y la preparación física del cuerpo son requerimientos para vivir la cotidianidad de la guerra. El cuerpo femenino que, fue tradicionalmente visto como un cuerpo gestante, debe volverse imbatible y resistente dado que será un instrumento y arma en la batalla. Igualar a los hombres es uno de los primeros retos que se le presentan a las identidades femeninas que buscan pertenecer a un colectivo guerrero (Londoño, 2005).

Recuperar desde la ficción las experiencias de las mujeres latinoamericanas en la gesta emancipadora posibilita la incorporación de nuevas representaciones a un archivo colectivo que priorizó las figuras masculinas, los reconocidos “padres de la patria”. Respecto a ello, Ciriza (2016) afirma que esto complejiza la mirada sobre el pasado porque exhibe las múltiples raíces de la independencia y no aparece reducida únicamente a lo criollo, masculino e ilustrado. El legado político de las mujeres se remonta a varios siglos atrás poniendo en jaque el pasado vinculado exclusivamente a lo blanco y masculino.

La novela de Bombara revisa los sentidos construidos en torno a una serie de eventos históricos cruciales para nuestra región. Las disputas con el mundo colonial y los sentimientos de libertad por parte de los habitantes de América Latina nos permiten observar la emergencia de femenidades alternativas no aisladas de lo político como se pretendió mostrarlas.

En el recorrido por el lado B de las memorias sobre Juana Azurduy, se presenta una escena discordante que trae más preguntas que respuestas. Ante la muerte de sus hijos varones Manuel Padilla zamarrea e insulta a Juana, Killari intercede y lo increpa diciéndole “¿Dónde estaba usté mientras su hijo moría? No lo hubiera hecho mejor que ella. En lugar de pegar, agradézcale no haberlo vivido” (p. 86). Las palabras de Killari ¿exhiben una nueva asignación de roles en la cual los hombres comparten las mismas obligaciones que las mujeres en tanto padres y madres? La cita parece aludir a un debate actual sobre la redefinición de las responsabilidades de cuidado tanto en el plano privado como en el público, incorporando las dimensiones institucionales y políticas que se ven implicadas. Lejos de confinar a la madre como única encargada y responsable del hogar, Killari defiende a Juana e instala la mirada crítica hacia los hombres que no asumen ningún tipo de tarea vinculada al cuidado de las nuevas generaciones. El reclamo vuelve sobre la familia y la facilidad que por lo general tienen los hombres para romper los lazos mientras las mujeres buscan maneras de mantener el contacto con sus hijos (Londoño, 2005).

La obra de teatro Juana, la intrépida capitana (2016) y la novela Juana Azurduy. La fuerza escondida (2019) proponen nuevas claves interpretativas de las luchas por la Independencia al incorporar una protagonista mujer en los hechos históricos. Los movimientos de mujeres, como explica Ciriza (2016), traen las voces y presencias de nuestras ancestras y cuestionan los relatos históricos que pretendieron ignorar o borrar la participación femenina. Las producciones literarias dirigidas a las infancias reposicionan el accionar de las mujeres en lo político y generan una mirada crítica hacia el carácter pretendidamente neutro y universal de los relatos históricos. Esto abre debates en torno a cuestiones que nos continúan atravesando como sociedad como lo es la disputa por el espacio público.

La inclusión femenina en la historia nacional del siglo XIX trae consigo la dimensión familiar y de la maternidad posibilitando la construcción de nuevas significaciones en torno a la gesta emancipadora. La guerra, que siempre ha sido contado por los hombres, es reconfigurada desde la mirada de las mujeres y sus cuerpos. Hemos visto que la memoria en torno a Juana Azurduy postula la descendencia como un motivo fundamental para la intervención en lo público. Esto nos lleva a preguntarnos por los ritmos, las palabras y las categorías de análisis que requerimos al momento de abordar narrativas que pretenden construir genealogías conformadas por heroínas. ¿Requerimos nuevas categorías analíticas cuando abordamos figuras femeninas en el contexto de las luchas por la Independencia? ¿Qué conceptos nos permiten iluminar nuestra colección? El aporte de Nofal (2022) resulta clave dado que al leer estos textos como cuentos de guerra se hace foco en las desarticulaciones, contradicciones y conflictos que presentan los relatos. Las memorias del ejército revolucionario revisan el discurso patriarcal oficial pero no necesariamente lo deconstruyen por completo. La literatura visibiliza y amplía la galería de nombres, que traen nuevas vivencias. Sin embargo, surge inevitablemente la pregunta por el corral de la infancia (Montes, 2001) y los silencios intencionales. Resta pensar si la domesticación de algunos rasgos del personaje de Juana Azurduy se deben a que se trata de un público infantil o son olvidos constituyentes de toda memoria.

Referencias

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Recepción: 25 Marzo 2023

Aprobación: 15 Agosto 2023

Publicación: 01 Noviembre 2023

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